La Argentina gestó muchísimos intelectuales, hombres de ciencia, políticos, artistas, trabajadores, etc, quienes de manera directa o indirecta abrirían caminos para los que tenemos una definida vocación social expresada en la Educación.
Leopoldo Marechal reúne en sus obras una filosofía de vida, en la cual las letras son el instrumento para devolver a la sociedad lo que de ella absorbió.
El Instituto adhiere a su pensamiento nacionalista, humano y religioso, a su idea de hombre comprometido con la sociedad, a la metafísica como medio para mirar hacia adentro y dirigir sus acciones hacia metas trascendentes. Como Marechal, aspiramos a valorizar las tradiciones populares, practicando un legítimo nacionalismo cultural que nos sirva de apertura universal.
La escuela se llama así, porque entendemos a la educación como un estilo de vida, como un instrumento social, como nexo de vida y acción, como esperanza de integridad, como síntesis de cultura, como vehículo integrador – sintetizador.
El punto de partida es considerar al hombre como PERSONA LIBRE. Más que preguntarnos qué es el hombre, la cuestión es quién es el hombre:
Derechos humanos: EN TODOS SUS ASPECTOS. Se trabaja curricularmente con los derechos niños, se manejan desde la Ley, se analizan y se practican. Se entiende por Derecho lo adquirido legítima y legalmente, también sobre las obligaciones que esto acarrea.
En este punto se concretiza en lo cotidiano, el perfil del maestro del Marechal, conocedor activo y preocupado por ese cumplimiento.
Lo contrario de este punto sería un maestro indiferente, un maestro que “maltrate con el gesto o la palabra sutil”, el maestro que no prepara sus clases debidamente, el que no se interesa por la familia, de su rendimiento, de sus potencialidades.
No puede ser maestro del Instituto quien incurra en estos detalles VITALES para el sostenimiento de este proyecto.
De este concepto de Derechos Humanos se desprenden dos fechas claves:
24 de marzo: Nunca más un Estado que se apropie de las Instituciones y su gente, una autoridad que se transforme en autoritarismo, la prohibición de pensar, de leer, de prensa y de expresión.
11 de octubre: Ultimo día de la Independencia Indoamericana, el conocimiento del origen, el respeto por el antepasado, es una práctica del derecho de ser persona.
Entender al originario de estas tierras como persona es el principio de la ley de derechos humanos y la concepción de un Estado que no abuse de su poder.
Es saber y solidarizarse con las comunidades actuales, es negar a los Benetton que se apropien de tierras que no les pertenecen, es amparar a los que menos tienen, es preservar su lengua, es respetar las costumbres del otro, es reconocer que lo nuestro no es lo único y verdadero, que está lo diferente.
Diversidad: Somos distintos, únicos e irrepetibles. Se habla mucho de este tema y se practica poco, desde los niveles más altos.
Nuestra Escuela se fundó, casi sin darse cuenta con este formato diverso, se diría que hasta por casualidad.
Hay mucho material que se puede profundizar y anexar sobre este punto.